Suelo veo bajo mis pies, no lo noto, no lo toco. Hoy yo vuelo, ¿no me ves? Y me elevo poco a poco... ...y me veo desvanecer.
Subo al cielo, donde yacen mis ancestros, mis más preciados maestros, personajes admirables. Y las almas más afables se encuentran en su interior, sin vergüenza ni amargor.
Sobrevuelo, mares, ríos y océanos, templos místicos y bellos rodeados de jardines, ¡ricos y puros confines! Y nosotros los plebeyos, trepamos nubes y vientos.
Y digo adiós, a todos mis compañeros, caminantes soñolientos, peregrinos sin camino, trajeados o traperos, beban agua o beban vino yo seré su ángel de guarda.
Todo es blanco aquí arriba, mas preveo lo que me espera, la paz contra mí conspira, pues yo traigo mal augurio a estos lares de buen ver, mientras cielo arriba subo, otros vuelven a caer.
¿Habrá sitio para mí? I.Lozano T. |